“Hijo, me gusta como tocas el piano, lo haces muy bien”
¿Qué diferencia hay entre estos dos mensajes?
En el primero, no especificamos, simplemente halagamos a nuestro hijo, de una forma que podría ser, incluso, un tanto desmesurada. En el segundo, especificamos en qué situación concreta nuestro hijo hace algo que nos gusta y se lo comunicamos.Los mensajes positivos concretos ayudan a nuestro hijo a distinguirse, a reconocerse, a valorarse y evita la “fragmentación” ( “Si soy el mejor, ¿por qué no soy el que gana los campeonatos de natación en el colegio?). La fragmentación se da cuando hay una parte del niño que quiere crecer y estar bien en el mundo y otra parte que le hace sentir estúpido y que no encaja en él.
El hecho de concretar qué es lo que nos gusta de él o felicitarlo por aquello que hace bien ayuda a nuestro hijo a crecer y a desarrollarse como persona.
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