18 de abril de 2011

Sobre la Proyección

Cuando expulsamos de nosotros aquello que no aceptamos, cuando no reconocemos partes de nuestra personalidad (motivos, deseos, emociones) y las trasladamos al otro, hablamos de la proyección. También proyectamos cuando no reconocemos un dolor que padecemos en alguna parte del cuerpo, nos enajenamos de ello, como si no perteneciera a nosotros.
Lo que aquí sucede es que la persona no reconoce los límites entre ella y el otro, no hay distinción entre ella y lo de fuera.

La proyección correspondería al refrán "Ver antes paja en ojo ajeno que viga en el propio".
En frases como "la gente se entromete en mi vida y no me deja en paz", "esta mujer es una seductora y está jugando conmigo" o "este dolor de rodilla no me deja caminar " podemos ver el mecanismo de la proyección.
Recuperar la proyección sería hablar en primera persona y hacernos cargo de la situación como algo que nos concierne a nosotros: "yo me entrometo en la vida de la gente y no la dejo en paz" "yo soy un seductor y estoy jugando" o " me duele la rodilla tanto que no puedo caminar".
 El tomar contacto con la situación y hacernos responsables de ella nos da la posibilidad de regularla y conducirla hacia aquello que necesitamos.

Isabel M. Chueco Ruiz

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